Nico Riera peló "lomazo: "La felicidad está en comer, dormir y tener sexo"

Alejado de la televisión desde hace un tiempo,Nicolás Riera mantiene con éxito su status de sex symbol, como se puede apreciar en la última entrevista que brindó a la revista OHLALÁ.
Allí, el actor no sólo posa en cuero luciendo su súper lomo sino que también se confesó en una entrevista en la que habló del amor, la soltería y el sexo. Primero, contó sobre su futuro laboral: “Estoy en tratativas para una miniserie –donde interpretaría a un cumbiero-, y también surgió la propuesta de teatro under para una obra sobre una expareja gay (…) Hay beso, hay todo. Leía el guión y, de repente, ‘upa’”.
Si bien Riera le da importancia al cuerpo ("entreno para no cuidarme con la comida", asegura), no se olvida de lo interior: “Últimamente vengo haciendo análisis. Antes, iba para adelante con todo. Ahora, me doy cuenta de que hay cosas mías que no puedo tapar y está bueno sacarlas. Igual, no me enrosco, soy un fiel seguidor de la idea de que la felicidad está en las cosas básicas: comer, dormir y hacer el amor”.
Cuando la periodista le preguntó si existe una diferencia entre “cog…” y “hacer el amor”, Nico aseguró: “Sí, para mí sí, y las dos tienen su punto de disfrute. Lo primero es más físico, más animal, se disfruta a ese nivel; mientras que en lo otro uno le imprime un sentimiento. No quiere decir que una cosa no incluya a la otra… ¿no?”.El galán contó cómo vive su soltería tras su comentada separación de Rocío Igarzábal: “Sí, la verdad es que la disfruto. Aunque a veces siento que no me hace bien… (risas)”.
También reveló si es cierto que cortó con Igarzábal porque “ella necesitaba crecer”: “Fue un poco así. ¿Viste cuando ves a alguien que necesita ir para otro lado? Así que preferí dejar que ella fuera libre, y yo también ser libre. Uno no se junta con otro para hacer una sola vida, porque si no, uno está haciendo lo que quiere y el otro simplemente lo está ‘siguiendo’ en su deseo. A veces los caminos son así, uno va para un lado y el otro va para el otro. A pesar del amor. Y hay que saber soltar cuando eso pasa (…) Yo soy muy poco posesivo y celoso. Para amar, está buenísimo, siempre y cuando la otra persona también lo entienda así. Porque a veces lo puede interpretar como falta de interés: ‘Ey, ¿qué te pasa? ¿No sentís nada por mí?’. Para mí, la seguridad está en otro lado.
Sobre el final, Nico se tomó con humor el apodo de “Tacho” que lo persigue desde que protagonizó Casi Angeles: “Es algo que quedó en la gente. A mí me es indiferente. Mientras le presten atención a lo que hago, que me digan como quieran: Tacho ¡o al revés! (risas)”.

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