Qué les dirían Don Arturo y María, la histórica dupla de ficción de Grande pá, si supieran que un día Gabriela y Lautaro decidieron hacer su propio camino, patearon el tablero y buscaron vivir bajo sus propias reglas. Tal vez los entenderían. Hoy María Leal se luce como la madre de Miranda (Paola Barrientos) en Viudas, una rockera de ley tan lejana a la empleada campechana enamorada de su jefe que fue hasta 1994.
Para Leal, Gabriela le trae la posibilidad de volver con un personaje popular actualizado a los tiempos que corren. Una mujer que ejerce su maternidad sin olvidar su vida íntima, celebrando la vida con alcohol, salidas nocturnas y una buena cuota de transgresión. Gaby no será jamás la abuela preocupada de sus nietos, ni la madre asfixiante de su hija. Una suerte de Amy Winehouse en la edad del climaterio, un personaje que devuelve a María Leal a la comedia en TV.
Casi veinte años antes ella y Puig vivían su apogeo mediático, mecidos por la historia blanca, tan Telefe de los noventa, con la historia del viudo, sus hijas "las chancles" y la empleada enamorada del patrón. Con el tiempo de por medio Arturo Puig en 2013 se animó a dar un vuelco en su carrera y se convirtió en el padre de Adrián Suar en Solamente vos que salía del closet en su madurez, después de una vida heterosexual con hijos y nietos. Otro "descarriado" que le huyó a la normalidad, en un rol que lo hermana con su ex compañera de Grande pá.
Lautaro como Gabriela son los imprudentes que optaron por ser ellos mismos, no otros a una edad en la que muchos se sientan a ser personajes secundarios de sus propias vidas. Este es "el nuevo normal" en las narrativas de nuestra tele, una tendencia mundial que elige contar a quienes están en los bordes.
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