La otra verdad fue su debut como conductor, vocación que lo eligió a él por su impronta para el humor y diferenciación justa con la seriedad, además de la irreverencia necesaria para llevar adelante programas pero sin caer en el absurdo. Sin embargo, no está muy lejos de esa categoría en su rol en “Peligr Sin codificar”, uno de los programas más importantes de humor en la última década.
En charla con DiarioShow, Diego comenta que todo es muy natural en el envío de Telefe: “No nos planteamos mucho que tenga un fin, arrancamos, lo gozamos, quizás algún día tenga fecha de vencimiento. Nosotros disfrutamos domingo tras domingo, nos juntamos en la semana, nos divertimos mucho y estamos felices de lo que nos está pasando”.
Rutina de guerra
El conductor sostiene que es casi una batalla diaria mantenerse: “Vivimos al día y, como no hay muchas opciones en cuanto al humor, me parece que está bueno defenderlo, mantenerlo y pelearlo”.
En un momento se habló de que el programa está demasiado explotado, con emisiones semanales además de las clásicas dominicales, y eso no caía bien en los actores. A todo ese mar de rumores, Diego responde de manera casual: “Nosotros no manejamos ni nos oponemos a nada, es una alegría poder hacerlo. El día que nos toque y a la hora que nos toque. Festejamos 500 programas, imaginate cómo estaremos de cómodos que ya no sé ni cuántos años son, cuento la cifra en programas”. Para finalizar, nos dice que está muy tranquilo con su programa en DirecTV, “Locos por el fútbol”, y con “Al ataque”, en Pop Radio, y tira una primicia muy misteriosa: “Estamos en un proyecto que no es para dentro de mucho y tiene que ver con una película... Algo va a pasar, pero por ahora no se puede contar nada”.
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