Leticia Bredice y Emilia Attias: dos mujeres bellas, al desnudo

Leticia Bredice y Emilia Attias, protagonizan OrguYo, la obra que fue escrita por Leticia y dirige Cristian Morales. En esta nota, la entrevista que le realizó Clarín donde hablan acerca de los vínculos, de la mirada ajena y del orgullo.

¿Cómo se juntaron para hacer la obra?
Bredice: Primero la obra la hizo un elenco masculino y después el director me propuso hacerla con mujeres. Pensaron en Emi. Ella podía, y comenzamos a ensayar. Para mí es un encuentro teatral precioso el que tenemos. Ensayar una obra con calor y para el under es complicado, más para nosotras, que somos nenas que veníamos de trabajar en lugares más cómodos. Hay un coro de 9 chicos que hacen algo impresionante, por eso la puesta puede dar envidia o generar celos. Dentro del underground para mí es difícil ver algo interesante.

¿Hubo algo de intención para atraer al público en esto de mostrar una rubia y una morocha sensuales y reconocidas?
Attias: No, pero eso tuvo un montón de fuerza aunque no me apoyé ahí. Va más allá de la estética y de los nombres. Leti es una mujer preciosísima y muy talentosa como actriz y como dramaturga. Es una compañera muy abierta, generosa y nutritiva. Me motiva mucho jugar con ella a esto, y vivir esta experiencia. Cuando la gente nos hace su devolución está mucho más empapada en lo que sucede que en la bomba que podamos ser comercialmente nosotras.

Bredice: A mí sí me gusta la puesta en escena de dos mujeres. Me pasa que me quedo mirando a Emi en el escenario y pienso: "qué belleza", y poder jugar con esa belleza es muy lindo. Es una especie de amorosidad, una linda sensación, y no siempre en el teatro pasan cosas lindas ni los compañeros son lindos o lo que tenés que contar lo es.

A partir de esto, ¿revalorizaron la relación con los hermanos?
Attias: Uno tiene muchas cosas en común con los hermanos. Con ningún otro rol que te cruces en la vida vas a compartir tanto.

Bredice: Es una de las relaciones más fuertes y dolorosas que existen. Si yo pierdo una de mi dos hermanas siento que pierdo una pata. No me quiero separar de ellas. No me gustan los padres que buscan que los hermanos compitan entre ellos.

Emilia, tus hermanas trabajaron en el medio, ¿hubo ruido en ese momento en tu vínculo con ellas?

Attias: Nosotros somos cuatro y muy unidos. Siempre tuvimos muy buena relación, con alguna sutilezas que no fueron un problema nunca. Ellas son terriblemente bellas, carismáticas e inteligentes, pero yo tal vez tengo una vocación mayor, y por eso me dediqué a estudiar y no me perdí ninguna oportunidad. Ellas (Bárbara, Agustina y Luciana) tuvieron otras vocaciones a las que les dedicaron energía y tiempo. Ahí estuvo la diferencia, pero cualquier de las tres podría haber hecho una carrera exitosa, la diferencia estuvo en la vocación. Por decisiones personales no siguieron con esta carrera, pero siempre me apoyaron mucho, y les di lugar para que pudieran hacerlo. Me hubiera gustado compartir más de esta vida con ellas.

¿Es muy importante la mirada del otro?
Bredice: Para mí es muy importante la mirada de los padres, saber cómo uno está parado en la vida ante ellos. Hay padres que no están, otros que fueron severos, los castradores ... Ver cómo ellos nos paran en la vida, el orgullo. Por que uno hace las cosas para sí mismo y para los demás, pero lo real es dónde estás apoyada. Yo me encuentro en la vida con médicos que en realidad son actores: las frustraciones no son un orgullo. En algún punto la culpa y la vergüenza son la otra cara del orgullo. 
¿Hasta cuándo sos un orgullo? ¿Para quién? ¿Está bueno? ¿Después qué? Es pésimo.

Leticia, vos sos madre, ¿en qué lugar de te paras frente a tu hijo?
Bredice: A mí me parece que ver a los hijos inteligentes y suaves es importante. Mi hijo (Indio de 9 años), es un nene sencillo, no es competitivo, él no quiere ser el número uno de la clase, y yo no quiero tampoco tener un nene así. Encuentro un montón de chiquitos que quieren ser el presidente de la clase o el mejor amigo, y me parece importante criar a los hijos tranquilos, sin presión, yendo paso a paso.

Attias: Cuando uno es hijo y va creciendo va intentando cumplir las expectativas de los padres y alejándose de lo que uno quiere, y eso no es sano. Tiene que haber un espacio de libertad de los padres, pero con presencia y calor. Yo no soy madre y lo pienso todo el tiempo al tema de la sobreprotección y de ser ejemplo. Creo que hay que soltar y dejarlos tener su libertad. Como hija siempre he buscado ese espacio.

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