"¿Cómo veo a la TV? La veo con la espada de Damocles que es el rating y el minuto a minuto y en base a eso es la televisión que hay: pocos programas buenos, y muchísimos malos", disparó Julián Weich en una nota con Perfil.
Por el momento, Weich, cuyo último programa que hizo fue uno de sus mayores fracasos, Si los chicos quieren por El Trece, prefiere no estar en los canales de aire: "Me cuesta entrar. No me interesa estar porque sí, prefiero hacer este concurso en History Channel en el cable antes que hacer un programa pedorro en TV abierta".
Luego, explicó las razones por las que la televisión abierta no le gusta: "El nivel de la tele abierta es inferior al cable, que tiene una producción impresionante. Hay muchas cosas que son un papelón, y las latas no deberían existir o, a lo sumo, tener un costo altísimo, casi lo mismo que hacer una ficción".
Por otro lado, Weich opinó que no hay muchos conductores que se destaquen por su trabajo: "Es raro, faltan y hay conductores a la vez. Cualquiera puede conducir hoy en día, pero lo que veo es que no hay comunicadores, que son los tipos que traspasan la pantalla, y la verdad son muy poquitos".
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