Martina Soto Pose: "Voy a marcar mi estilo en el noticiero"

Tocó el cielo con las manos cuando cumplió el sueño de conducir un noticiero. “Alguna vez soñé despierta con estar en ‘Diario de medianoche’, pero a la par de Germán Paoloski”, le confesó a DiarioShow Martina Soto Pose. Ya había quedado en el pasado el uniforme negro que la identificaba con “Caiga quien caiga” y por el cual la gente la reconocía en la calle. Ahora, tiene la hermosa responsabilidad de llegar a millones de hogares que, tras una agotadora jornada, quieren ver un resumen de lo que ocurrió durante el día.

“En 2010, cuando hice el ‘Octavo integrante’ (casting para formar parte de ‘CQC’), uno de los técnicos me preguntó si me interesaba el noticiero, le dije que sí y en ese momento me contactaron con un productor de ‘Telefe noticias’. Lo llamé y combinamos para acercarle algo de material y allí fue cuando conocí a Rodolfo
Barili y comenzamos un contacto que jamás se perdió”, contó.

Martina no tuvo suerte en el casting y salió tercera. “No la había pasado muy bien. No porque me trataran mal, sino porque vivía nerviosa, tenía a mi papá mal de salud y trabajaba en una radio de Lomas de Zamora, me re costó...”.

Pero un año después llegó la revancha. Desde la productora Cuatro Cabezas la convocaron, pero la periodista dudó en aceptar la propuesta. “Me ofrecieron formar parte del programa, pero no les di un sí inmediato y me miraron medio raro, jaja”.

Sin embargo, el gran salto profesional ocurrió este año, cuando lo que siempre deseó se hizo realidad. “Germán confirmó que no seguía y Barili me llamó, pero jamás creí que era para conducir el noticiero. Y estoy feliz, con mis 28 años me veo mucho tiempo acá y sé que la vida me seguirá sorprendiendo. Poco a poco voy marcando mi estilo en el noticiero y estoy segura de que todo va a fluir de la mejor manera”, cuenta la joven periodista.

Sobre su look fue contundente. “Barili nunca me dijo nada sobre mis piercings, solo tiró alguna vez que el de abajo (en el labio) le hacía un poco de ‘ruido’, a lo que le respondí que es el que menos se ve y le pedí que lo bancara un par de días, que si no le gustaba me lo sacaba, pero nunca más me dijo nada”.

Sobre el salto de salir en notas editadas al vivo, cuenta: “No soy consciente de que llego a tanta gente, pero el vivo reemplaza un poco la adrenalina que vivía en la calle”. Sobre su persona, dice que es vergonzosa. Al respecto afirma que “no se considera coqueta” y que “nunca se animaría a hacer una producción hot de fotos”. “Hay algunas dando vuelta en internet de chicas semidesnudas con mi cara, pero quiero decir que no soy yo”, aclara.

Enamorada
La vida sentimental de Martina es estable. “Vivo con mi novio. En septiembre se cumple un año de convivencia y hace dos que estamos saliendo”. Sobre la posibilidad de formar una familia cuenta: “Si me preguntaban hace dos años, decía que ‘ni en pedo’; pero ahora sí, estoy muy enamorada, me casaría y tendría pibes”. También reconoce que este cambio de parecer se debe a un profundo dolor:“El fallecimiento de mi viejo hizo que me replanteara muchas cosas”.

Reportajes exprés
“‘CQC’ me dio calle, me curtió... Me metió en lugares que jamás imaginé. Los dos primeros años me costaron mucho en lo físico”, reconoce Martina. Pero su forma de ser le trajo frutos y el reconocimiento de varios personajes, entre ellos, los del mundo de la política. “En una entrevista me preguntaron quién fue el político más difícil y respondí Aníbal Fernández. Yo iba con dos chistes preparados y él me daba vuelta como una media y quedaba como una boba. Un día me llegó un mensaje de texto de Aníbal en el que me tiró muy buena onda y ahí dije: ‘Uh, loco, qué bueno, qué copado...’, porque yo siempre intenté ser muy respetuosa. Otra persona que tuvo la mejor conmigo fue Horacio Rodríguez Larreta, quien fue muy solidario en momentos muy difíciles de mi vida”.

Al momento de su partida de “Caiga…”, la periodista reconoce: “Me hubiera gustado un poco más de acompañamiento. Pero no querían perderme y eso lo siento como una suerte de halago. Además, quedé con muy buena relación con los productores que laburaban conmigo en la calle, eso lo valoro”.