La anécdota es real y conmovedora. Cuando falleció Romina Yan, su padre, Gustavo Yankelevich donó a la Cruz Roja de Israel (país que hizo tres días de duelo por su adorada ídola de “Chiquititas”) una ambulancia en su memoria.
Ahora que Israel está pasando días difíciles en medio de un conflicto con Palestina, apareció en el noticiero, entre tantas coberturas, una imagen del vehículo donado y una argentina que no pudo volver a nuestro país por falta de vuelos, tomó conmovida la foto del televisor y se la envió a Yankelevich con este texto: “Romina fue un ángel con una luz propia y sigue siendo un ángel y está salvando la vida de la gente, tanto de los habitantes como de los soldados! Como me imagino que usted sabe la situacion acá es muy complicada y ver su ambulancia y encima en la tarde de viernes que es un dia con mucha magia, creo que es una señal que ella nos está mandando mucho fuerza y mucha luz para poder pasar esta época.”
Una anécdota agridulce para pensar y reflexionar sobre quienes viven una guerra, como todas, injusta para las víctimas. Y para recordar a la inolvidable Romina, presente junto a ellas.
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